sábado, 12 de enero de 2013

LA CAÑA BROTA SOBRE EL BANANO

Roger Trelles tomó una decisión relevante en estos días. Decidió dejar de preocuparse por la sigatoka negra, las fumigaciones aéreas, el empaque de las cajas, la calificación y el transporte de la fruta hasta el Puerto. Tomó la determinación de echar abajo 17 hectáreas de banano, en las que pronto nacerán los primeros brotes de caña de azúcar. Pero no es el único. En la zona de El Triunfo, la estabilidad de los precios, los elevados niveles de investigación y la pronta inauguración de dos ingenios (uno allí y otro en Playas de Villamil) provocan un inusitado desarrollo de los cultivos del endulzante. Otro que decidió apostar por la caña es Raúl Plaza Aray, descendiente de una familia que en los ochenta llegó a tener la mayor cantidad de cañaverales: 700 hectáreas. Ahora, no duda en que le irá muy bien. Ya tiene 10 hectáreas cultivadas donde espera cosechar hasta 140 toneladas métricas por cada una. Espera llegar este año a las 40 hectáreas pero su meta final es tener 200. El Centro de Investigaciones de la Unión Nacional de Cañicultores (UNCE) -donde además se desarrollan nuevos clones, se crían insectos benéficos para el control de plagas y se buscan soluciones en laboratorio a todo tipo de enfermedades- les proveerá de plantas meristemáticas o de esquejes (tallos) para iniciar la siembra. "La caña es un negocio sostenido en el tiempo. El precio indexado (se paga por tonelada el equivalente al 75 por ciento de lo que cuesta un saco de azúcar en el mercado) nos da estabilidad. Tenemos un gremio muy fortalecido y unido y eso nos garantiza también una buena comercialización", señala Plaza. Pensamos -expresa- que este "boom de la caña", se ha dado por varios factores: "aparición del biocombustible, problemas presentados en India y Colombia en los dos últimos años (inundaciones) y la construcción de nuevos ingenios". "Eso hace que la gente se vuelque a la caña. Hay otros cultivos en deterioro, como el banano, que están buscando convertirlos en caña", dice. Expreso, 22 sep. 2011, p. 5

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