viernes, 27 de abril de 2012
curiosamente la institución a cargo es el Banco de Fomento, el Magap cumple apenas una función de control aleatorio de beneficiarios y de determinación de la lista de agroquímicos beneficiados. No se fortalecen las instituciones específicas del sector, se las relega a durmientes. Por otro lado, se condiciona la continuidad de estas políticas de apoyo a que los productores bajen los precios a aquellos que el gobierno por sí y ante sí establece como los adecuados. Pórtense bien y bajen los precios y les seguiremos apoyando parece ser el mensaje. Adicionalmente el Gobierno prohibió la exportación de arroz y previsiblemente lo hará con otros productos como el maíz. Con estas medidas, el Gobierno busca presionar el mercado de tal manera que los volúmenes cosechados, sin una infraestructura de almacenamiento adecuada, terminen presionando los precios para abajo. No se considera que esto pueda afectar en el mediano y largo plazo a los circuitos comerciales de la gramínea ecuatoriana y que tradicionalmente equilibra los precios a los productores. El riesgo está en que Colombia busque de hoy en adelante otros abastecedores y deje de contar con Ecuador Pero más allá de esto, estamos perdiendo una oportunidad extraordinaria
la de volvernos un gran abastecedor agropecuario de la región con un efecto positivo sobre todos quienes se relacionan a la producción de alimentos. Debe pensarse que en una cadena como el arroz participan miles de ecuatorianos: productores, trabajadores agrícolas, piladores y sus trabajadores, comerciantes, vendedores de insumos, proveedores de servicios productivos y personales a los trabajadores y productores y sus familias. Pero ello requiere mirar el largo plazo del país y no las encuestas. El Universo, 23 jun. 2008, p. 6
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