jueves, 28 de junio de 2012
QUE DIOS NO PERDONE / Roldós, León
Las diferencias entre Fabricio Correa y su hermano Rafael han generado desde el Gobierno la tacha de que el primero es Caín, el hermano malo que, en el pasaje bíblico, asesinó a su hermano Abel. Pero la lluvia de acusaciones rosas, con insinuaciones de sodomía, desvían la atención de los problemas de fondo, que son los de la corrupción. Hay varios focos de pus contractual. Uno de estos es PETROECUADOR. El sábado 12 de septiembre, el Presidente mencionó que la Marina estaría hasta diciembre y que se han detectado más de 300 casos de enriquecimiento ilícito. Aspiro a que la mayor de las cobardías, que es lanzar estiércol con ventilador, que los sábados practica Correa, no sea secundada por el mando de la Fuerza Naval, que va a cumplir dos años dirigiendo PETROECUADOR. Que se demuestre que se han denunciado los casos y no se difame al colectivo de los funcionarios, técnicos y trabajadores petroleros. Habrá fanfarria y condecoraciones cuando los marinos se vayan, pero ellos bien saben lo deshonesta que ha sido su gestión. Lo expreso con la fuerza moral de la verdad. El Comercio, 16 sep. 2009, p. 10
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario