domingo, 16 de septiembre de 2012
LA CENTRAL SAN FRANCISCO OPERA GRACIAS A LA INTERVENCIÓN ESTATAL
El ruido en la casa de máquinas de la Central Hidroeléctrica San Francisco es ensordecedor. La sala de máquinas, el corazón mismo de esta planta, se halla en el interior de una montaña cerca a la carretera Baños-Puyo. El ruido proviene de las dos turbinas que generan 230 megavatios de energía eléctrica (toda su capacidad), que luego se descargan en el Sistema Nacional Interconectado (SIN). "Los daños en el túnel, en la chimenea de equilibrio, en el sistema electromecánico y en los álabes (aspas) que mueven a las turbinas están superados", dijo Ciro Morán, funcionario de la Central. Esto lo señaló porque en junio del 2008, en esta central construida por la firma brasileña Odebrecht se detectaron 17 fallas en el túnel de 11 kilómetros y en las turbinas. Esto obligó a una paralización inicial de 131 días, en el 2008 y en mayo del 2009 se paralizó una de las turbinas. Sin embargo, para Morán "no hubo pérdidas económicas porque el daño se produjo en los meses de estiaje. No fue un perjuicio por la construcción, más bien fue un siniestro. El informe de la aseguradora Sucre no precisó lo ocurrido porque no hubo evidencias. Sin embargo, esta cubrió todos los gastos de la reparación". Pero estas declaraciones contrastan con los hechos, ya que la primera paralización se dio entre julio y octubre del 2008, meses de altas lluvias en la zona. Además, los dos informes de Contraloría determinan perjuicios para el país por cerca de USD 100 millones. Y, según la demanda arbitral, la paralización de la central, entre 2007 y 2011 significará un perjuicio de USD 98,7 millones. El Comercio, 28 jul. 2010, p. 6
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