jueves, 19 de noviembre de 2015

Un 'supercamarón' tiene a Ecuador en la élite acuícola

En China lo llaman el camarón blanco salvaje. Piensan que los langostinos ecuatorianos son capturados en el mar. No conciben que un animal tan grande y de tan buen sabor sea criado en piscinas. Pero lo es. Entre ese país y Ecuador hay diferencias abismales, empezando por el modelo de negocio. El primer productor del mundo de camarón es China, sus cosechas anuales significan cinco veces las de Ecuador; pero desde Guayas, El Oro, Manabí y otras provincias se despacharán este año nada menos que 190 millones de dólares de este crustáceo a la muralla. Todo Asia significará para nuestras granjas el 35 % de sus ingresos por esa buena fama que tiene el "camarón salvaje". Los langostinos "made in Ecuador" son famosos no solo porque son salvajemente deliciosos, sino porque tienen detrás una industria que marcó diferencias desde el ataque del virus del punto blanco (1999) y cuyo modelo de producción era visto con escepticismo por el mundo acuícola. Diario EXPRESO llamó a esa nueva generación, en su tiempo, el "supercamarón": los sobrevivientes del "white spot" que se convirtieron en reproductores de larvas, una especie de "homo sapiens", pero más fuerte, más resistente. En palabras de José Antonio Camposano, presidente ejecutivo de la Cámara de Acuacultura, son camarones resistentes a patógenos específicos o SPR, una línea opuesta a la asiática, que tiene el sistema libre de patógenos; es decir, el "homo sapiens" chino es sano completamente antes de entrar a las piscinas. Expreso, Año 43 N° 15444 19 oct. 2015, p. 7

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